Quiero aprovechar la presencia del secretario nacional de la Fiamma para comentaros un hecho que en ocasiones ha generado algunas dudas sobre nosotros, sobre el MSR.
Desde siempre hemos tenido una gran
simpatía por el (MSI) Movimiento Social Italiano, primero, y por el
Movimiento Social-Fiamma Tricolore, después. A ello hay que unir nuestra
más profunda admiración hacia la República Social Italiana. Es fácil,
con estos datos entender el porqué de nuestro nombre, será cosa de
nuestra común latinidad o el recuerdo de esas “falanges y legiones”, la
que nos hace mirar hacia Roma.
Algunos han aprovechado este tema para
colocarnos una etiqueta al estilo de la que colocaron los derechistas de
los años treinta a los nacional-sindicalistas, llamándoles, como todos
sabéis, failangistas, esta etiqueta es la de llamarnos despectivamente, a
los militantes del MSR, rojos o bolcheviques. Pues ni lo uno ni lo
otro.
Recuerdo que en una ocasión un militante
de nuestro partido me pidió encarecidamente un favor, que hiciese todo
lo posible para eliminar de nuestro ideario ese principio comunista que,
según él, defendíamos en el partido, se refería a la socialización ¿os
imagináis a los combatientes de la República Social Italiana renunciando
a la socialización? Os contaré algo (Sargenti).
Ese camarada, tan preocupado por la
socialización, ya no está entre nosotros, quizá esté en el partido
popular como tantos otros viejos camaradas, pero si hay algo que el
Movimiento Social Republicano tiene claro, es que los principios de
Patria, República y Socialización son los que guían nuestra línea
política, y son los mismos principios que defendían y defienden nuestros
camaradas italianos.
No hagáis caso a los cantos de sirena de
algunos, de verdad, hablad con nosotros, escuchadnos, tal y como hacéis
hoy, y comprobareis por vosotros mismos, cual es el verdadero camino que
sigue el MSR.
Dicho esto, permitidme que me centre en exponeros lo que para mi es lo verdaderamente importante.
Hablamos, en este III Congreso, de una Llama para la Resistencia, la esperanza y el cambio, así reza nuestro lema.
Resistencia: ¿por qué? ¿Para qué?
Resistencia porque hemos perdido. Y ante
la derrota solo hay dos caminos: vivir de rodillas o resistir. Así de
fácil y así de simple. Y como no somos unos cobardes, como no nos han
enseñado a escondernos, y como tenemos infinidad de ejemplos donde
guiarnos: ¡¡nos situamos en la Resistencia!! En la Resistencia Nacional y
Social Española y Europea.
Resistencia para seguir luchando por
nuestras ideas, por que son las verdaderas, porque creemos en ellas y
con ellas somos fuertes.
Resistencia por nuestros hijos, por que
ellos son nuestro futuro, por que ellos han de seguir nuestra lucha y
nosotros hemos de darles ejemplo.
Resistencia por nuestros padres y
abuelos, por que ellos han labrado nuestro futuro, por que ellos nos han
enseñado a luchar y a ser fuertes.
Resistencia por nuestro pueblo, porque
nosotros somos pueblo, y nuestro deber es estar junto a los nuestros,
para construir la España que todos nosotros queremos.
Resistencia para construir las
estructuras necesarias para seguir aquí, para crear tejido social, para
estar vivos y presentes, para presentar batalla con la cabeza alta y en
su sitio, y con el corazón templado y a la vez ardiente.
Esperanza, porque sin esperanza no hay resistencia duradera, y sin Resistencia no hay posibilidad de esperanza.
Esperanza en todos vosotros, en los que
estáis hoy aquí y en los que estarán mañana alzando junto a nosotros la
bandera de la libertad y de la verdad.
Esperanza en nuestro quehacer diario, en que nuestro trabajo militante atraiga a otros, y estos atraigan a otros más.
Esperanza en que nuestra palabra sea cada
vez mas escuchada y asumida por las gentes sencillas de nuestro pueblo,
para que pierdan el miedo y se unan a nosotros a pesar de todos los
contratiempos que ello acarrea.
Esperanza unida a lucha, sacrificio y entrega, porque con la resistencia y la esperanza, será posible el cambio.
¿Por qué un cambio?
Queremos cambiar las cosas porque no nos gustan, porque las entendemos de otra manera, y las queremos de otra forma.
Fijaos:
Tenemos el presidente de gobierno más
inútil de toda la historia de España, tenemos una oposición derechista,
tal y como ha sido siempre, vulgar y oportunista. Tenemos una clase
política digna del peor gobierno bananero del mundo. Y tenemos, por
último, a nuestro máximo mandatario, el ciudadano Juan Carlos de Borbón y
su trupe, ¿he de decir algo de él? ¿Para que? Todos sabemos que
escribirán su historia tal y como le escriben sus discursos, llenos de
mentiras, pero también es cierto que la historia lo pondrá en su lugar,
en el lugar de los borbones, es decir en el lugar, de la peor dinastía
que ha gobernada España y que nos esta llevando al peor desastre
conocido.
Tenemos una España que se apuñala así
misma, repleta de separatistas y secundada por separadores. Queremos una
España unida, una España solidaria e integradora, una España que sepa
vivir en la diversidad y con la voluntad de un destino en común.
Tenemos una Europa subordinada a los
intereses yanki-sionistas, una Europa vendida a la globalización.
Queremos, otra Europa, una Europa unida, fuerte e independiente, una
Europa que sea capaz de hacer frente al imperialismo económico, militar y
cultural de los EE.UU., y a la vez, cierre las puertas a Turquía e
Israel.
Queremos una Europa que sea capaz de
hacer frente, y con contundencia, a los ataques del radicalismo
islamista, pero a la vez, no queremos ni un solo soldado europeo fuera
de Europa defendiendo los intereses del capitalismo globalizador, ni
admitiremos alinearnos al lado del estado terrorista de Israel, único
culpable, junto a los EE.UU., de alimentar a los terroristas islamistas.
No os equivoquéis, el principal enemigo de Europa es el sionismo.
Tenemos una España que ya es el segundo
país con más inmigración de toda Europa, y hay que decir basta, basta de
llenar nuestras escuelas, nuestros centros de salud, nuestros barrios,
nuestro ejército… aquí no caben todos. Basta de inmigración, legal o
ilegal, no la queremos, que luchen en su país por sus derechos,
exactamente igual que como lucharon nuestros abuelos y nuestros padres,
hay que cerrar las puertas ya, y expulsar a todos los que sobran, y por
favor, que con ellos se marche esteban Ibarra, Zapatero, Rajoy y todos
los borbones, que una cosa es ser solidario y otra muy distinta es ser
idiota.
Tenemos una España a la cola de Europa,
somos los que menos nivel de formación integral y cultural tenemos y los
que más drogas consumimos –quizá esto nos de una explicación del porqué
de los resultados electorales-. Queremos una España de vanguardia,
culta, que esté a la cabeza de Europa.
Tenemos una España con uno de los niveles
más bajos de poder adquisitivo, nuestros salarios están, también, a la
cola de Europa, y alrededor nuestro todo sube, la gasolina, la
electricidad, la comida. Queremos acabar con los especuladores, queremos
vivir dignamente, queremos una vivienda digna, sin pisos armario, y una
sanidad eficaz, que atienda a los pacientes con dignidad y
profesionalidad. Queremos acabar con la violencia de género, con leyes
ejemplarizantes pero para todos, hombres y mujeres, la ley de la paridad
que se la apliquen las feministas en sus casas, nosotros queremos
hombres y mujeres capaces, orgullosos de su condición, iguales ante los
deberes y los derechos. La España de los zerolos no nos interesa, ni la
queremos, somos tolerantes, pero que no nos vendan lo anormal como algo
normal, que no nos eduquen a nuestros hijos en su anormalidad, queremos
hombres, no barbies con barba untados con vaselina, queremos mujeres
valientes, femeninas, que vivan la diferencia sin inferioridad, no
queremos marimachos abortistas a los que tengas que mirar dos veces para
saber con qué estas hablando.
Queremos el máximo respeto por los
animales y la naturaleza, queremos energías alternativas, no queremos a
ecologistas de fin de semana, ni a guarros flautistas con perro y
parches antifas, que eso sí, sus perros acostumbran a tener menos
garrapatas que sus dueños.
Queremos una lucha revolucionaria en
buena lid con nuestros opositores, despreciamos a los marxistas y a los
etarras, y los despreciamos por cobardes y asesinos, por traidores e
incultos, son tan solo antifascistas de diseño al peor estilo de Pedro
Almodovar. Ante ello, la España que queremos requiere soldados
políticos, formados, con honor y entregados a los valores de disciplina
imperial.
Tenemos, como no, una banca que obtiene
año tras año beneficios y más beneficios. Obtienen sus beneficios
robándonos a todos nosotros, practicando la asquerosa usura. Queremos
crear conciencia para una revuelta civil contra la política bancaria,
proponemos retirar todo nuestro dinero a la vez, dejar de pagar las
hipotecas y ocupar los bancos en señal de protesta. Queremos plantarles
cara, queremos nacionalizar el crédito y la banca, si no lo hacemos, si
no nos unimos para hacerlo, mantendremos la Resistencia, creeremos en la
esperanza, pero el cambio no será posible. Pensad en ello, sabéis
perfectamente que son los dueños de la banca quienes manejan los hilos
de la política.
Tenemos que hablar a los maestros de sus
problemas y explicarles nuestras propuestas, y no solo tenemos que
hablar con los maestros, sino con los médicos, con los pescadores, con
los agricultores, con los empleados, con los transportistas… tenemos que
hacer política real, salir a la calle, estar en definitiva, junto a los
problemas de la gente y aportarles nuestras soluciones, hay que
abandonar nuestro búnker, sin miedo, hay que saber escuchar para ser
escuchado, hay que hacer nuestra la protesta con nuestras propuestas.
Hoy el MSR empieza una nueva etapa, una
etapa cargada de ilusión y trabajo. Creemos en nuestro programa, en
nuestros planteamientos e ideas. Sabemos cual es el camino, o al menos
creemos saberlo. Pero hemos de marchar junto a hombres y mujeres
comprometidos, dispuestos, y que sobretodo, crean en la idea y en el
proyecto. Es vital e imprescindible aunar compromiso y acción,
pensamiento y acción. Es necesario anteponer la ética a la estética, la
lucha a la algarada, el convencimiento a la imposición.
Hemos de ser creíbles y hemos de
transmitir confianza. Con ello, llegaran los primeros pasos, y con
ellos, llegará un principio de esperanza.
El movimiento social republicano es una
puerta abierta para todos aquellos que, como afirmaba Ramiro Ledesma
Ramos, creen en la necesidad de unir las dos palancas vitales para
nuestra Comunidad Nacional, decía Ramiro: “He aquí esas dos palancas:
una idea nacional, la patria como empresa histórica y como garantía de
existencia histórica de todos los españoles; otra, la idea social, la
economía socialista, como garantía del pan y del bienestar económico de
todo el pueblo”.
Queda aquí resumido, con estas palabras, nuestro ideario. Así de sencillo, así de claro.
El MSR es la Llama de la Resistencia, de la Esperanza y el Cambio, es la Llama de la Radicalidad Nacional y Social.
Permitidme terminar con unos versos de Gabriel Celaya:
No reniego de mi origenPero digo que seremosMucho más que lo sabidoLos factores de un comienzoA la calle, que ya es horaDe pasearnos a cuerpoY mostrar que, pues vivimos,Anunciamos algo nuevo.
Con la Llama
¡Arriba Italia!
¡Arriba España!
¡¡Arriba Europa!!
Juan A. Llopart, discurso del III Congreso Nacional del MSR
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