¿Cómo se puede ser elegante sin llamar la atención sobre una misma, y respetar al mismo tiempo las pautas de la moda islámica?
Desde junio de 2011, los editores de la revista de moda “Ala” han
estado tratando este tema en su revista mensual dedicada exclusivamente a
los musulmanes en Turquía. “Es posible ser glamorosa, llevar tacones
altos, y estar a la moda mientras se respetan los valores del Islam”,
dijo la directora, Esra Sezis, al diario suizo Worldcrunch.
Esta joven, de 24 años de edad, lleva un elegante pañuelo negro con
tonos marrones. Ella admite que la tarea no es fácil, dado el número de
normas que rigen la vestimenta. Éstas no incluyen el uso limitado de
colores pero sí el uso de faldas y vestidos hasta los tobillos, las
mangas hasta las muñecas, las camisas sin escote, ropa suelta para no
dibujar la silueta de la mujer y el uso del pañuelo.
La portada del 8 número de la revista marca el tono: una mujer joven
con grandes ojos azules, luce con orgullo una camisa roja que contrasta
con su pañuelo de color amarillo canario en la cabeza.
En contraste con otras revistas de mujeres, que venden menos de
20.000 ejemplares, Ala tuvo un comienzo muy bueno con una venta de
30.000 unidades por mes en Turquía y otras 5.000 adicionales en
Alemania. “Elle, Vogue y Marie Claire no dan respuestas de la moda a las
mujeres musulmanas que viven en Turquía”, dijo Mehmet Volkan Atay,
fundador de la revista.
El potencial de la revista es aún mayor, explica, ya que
aproximadamente el 60% de las mujeres en Turquía llevan ya el pañuelo
tradicional.
“Nuestras lectoras son generalmente urbanas, educadoa y provienen de
clases relativamente privilegiadas, al igual que las de Elle, de las que
se diferencian tan sólo en su interés por el Islam”, dice Atay, quien
fundó la revista después de inspirarse por la publicación británica
Emel, que también va dirigida a las mujeres musulmanas.
El éxito de la revista ha sorprendido a todos en su oficina
editorial, que no tiene periodistas profesionales o expertos de la moda.
“Creemos que estamos atendiendo a una necesidad”, explica Sevda Eskici,
socióloga y miembro del equipo editorial. “Las mujeres que llevan el
pañuelo quieren saber que no están solas. ¿Qué comen? ¿Qué beben? ¿Qué
es lo que sueñan? ¿Cuáles son sus problemas? Nosotros somos los primeros
que formulan estas preguntas”.
Además de las páginas de moda que incluyen obras de diseñadores como
Yetim Filiz, Ala ofrece un contenido relacionado con los compromisos, el
matrimonio, la educación, las carreras, la nutrición, la psicología y
la ley, en lugar de mujeres ligeras de ropa o páginas de chismes.
“Ser conservador es mucho más fácil de lo que era hace 10 años,
cuando éramos insultadas por llevar pañuelo en la cabeza”, dice Sevda
Eskici.
Desde que el partido musulmán (AKP) del primer ministro Recep Tayyip
Erdogan llegó al poder en Turquía en 2002, el debate sobre el velo
islámico ha perdido mucha de su fuerza. La esposa del presidente turco
actual lleva un pañuelo en la cabeza, un símbolo que ha sido ampliamente
criticado por los defensores de un Estado laico estricto. Desde
septiembre de 2010, a las estudiantes con pañuelo se les ha permitido
asistir a clase en las universidades, una práctica que desde hacía mucho
tiempo había sido prohibida.
Estas mujeres han ganado confianza”, confirma Ayse Gul Berktay,
socióloga de la Universidad de Estambul. “Ellas ya no son vistas como un
problema. Ellas van a clase, aventurándose fuera de sus círculos
sociales”.
Cada vez más, este grupo está ganando terreno frente al modelo
kemalista de una mujer “moderna” en Turquía que no lleva pañuelo en la
cabeza. Ellas también están ganando confianza gracias al auge económico
de Turquía, a pesar de que muchas aún tienen problemas para encontrar
trabajo. Como señala el politólogo Dilek Cindoglu en un informe sobre
“el pañuelo y la discriminación”, las mujeres con pañuelo aún están
limitadas a trabajos de baja categoría a pesar de sus cualificaciones y
continúan siendo tratadas como una fuente de mano de obra barata. En las
páginas de Ala, estos temas son ampliamente debatidos.
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