La Cristiandad estuvo unida hasta mediados
del siglo XII D.C. La Fe Cristiana confesada y explicada por los
Concilios Ecuménicos (Sínodos) fue la misma sin sufrir alteración,
tanto en el oriente como en el occidente, en otras palabras: la
Europa Occidental fue también Ortodoxa. Todos los Obispos del
Oriente y del Occidente participaron en los 7 Concilios Ecuménicos,
al mismo nivel, y ninguno de ellos pretendió la totalidad de la
Iglesia. Por lo tanto, todas las decisiones de los Concilios
Ecuménicos fueron formados en común acuerdo, y no fue hasta
principios del siglo IX cuando en el occidente se empezó a
introducir ciertas innovaciones concernientes a los principios
dogmáticos y eclesiológicos.
La causa principal de la separación
(cisma) entre Oriente y Occidente, fue una demanda infundada del
Papa Nicolás I (858-867), Obispo de Roma, para tener supremacía
jurídica y ser considerado por lo tanto superior a todos los demás
Obispos, tanto en Oriente como en Occidente. Estas demandas
monárquica, claro esta, tuvo que ser disputada en aquellos días por
el Arzobispo Himcart asistido por argumentos basados en las Leyes
Canónicas de la iglesia de la Ciudad de Reims, (Vlasslos Fidas:
"Historia Eclesiástica", Atenas 1973, Pág.. 75).
Esta demanda del Obispo de Roma, que dada
desde el siglo IX, no estuvo basada en la Tradición Apostólica,
confesada y evidenciada por la totalidad de la Iglesia desde sus
primeros días. Para resolver problemas importantes de carácter
doctrinal o disciplinario, todos los Apóstoles se reunían en Sínodo
(Consejo), y juntos ayudaban, rezaban, y tomaban decisiones
inspirados por el Espíritu Santo: "Entonces pareció bien a los
Apóstoles y Presbíteros, con toda la Iglesia" (Hechos 15:22).
"Porque ha parecido bueno para el Espíritu
Santo y para nosotros" (Hechos 15:28).
Este sistema, llamado Sinódico o
Conciliar, ha permanecido intacto en la Iglesia Ortodoxa Griega
hasta la actualidad, ningún Obispo se considera superior a otro. El
Patriarca Ecuménico de Constantinopla, es considerado ("primus inter
pares" entre iguales, por lo tanto, esta primacía de honor no le
otorga derecho a decidir separadamente de otros Obispos.
Además de no poseer supremacía, el Papa
tampoco posee infabilidad, la totalidad de la Iglesia y se
manifiesta en los Concilios Ecuménicos que han sido reconocidos por
todos (Clero y Laicos), conforme al texto sagrado: "Entonces pareció
bien a los Apóstoles y Presbíteros, con toda la Iglesia" (ibid).
Por eso, de todas las diferencias que
separan a la Iglesia Ortodxa Griega del Catolicismo Romano, el
problema fundamental y dificíl de resolver es la posición del Obispo
de Roma, la cual se fundamenta sobre los principios de supremacía e
infabilidad. Desde el siglo IX, la supremacía del Papa en el
Occidente, ha estado basada en un texto bíblico (Mateo 16: 15-18),
el cual fue erróneamente interpretado. Además , ningún Concilio
Ecuménico, propuso jamás esta interpretación posterior.
La exacta interpretación de este texto, es
la siguiente: Jesucristo preguntó a los Apóstoles: Quién dice a los
hombres que Yo soy el Hijo del Hombre?, Siendo el más espontáneo,
Simón Pedro contesto en nombre de todos: eres el Cristo, el Hijo del
Dios Vivo". Jesús agrego: "Bienaventurado eres Simón Bar - Jona:
Porque esto no te lo a revelado carne no sangre sino mi Padre, que
esta en el Cielo. Y también, yo te digo, que tú eres Pedro y sobre
esta roca Yo edificaré mi Iglesia".
La piedra sobre la cual Él edificará su
iglesia, no era Pedro como persona (quién lo hubo negado tres veces,
posteriormente), sino en la confesión de la fe de Pedro. Aquella Fe
en la que Jesús es Cristo, el Hijo del Dios Vivo, la piedra angular
de la Iglesia no es Pedro como persona sino Cristo mismo. Como San
Pablo dice a los Corintios: "Porque nadie puede poner otro
fundamento que el que esta puesto el cual es Jesucristo" (I. Cor.3:11).
Cristo no necesita a vicario o delegado
único sobre la tierra, porque como Él prometió: "Yo estoy con
ustedes siempre, aun hasta el fin del mundo" (Mat.28:20). A través
del sacramento de la Santa Eucaristía Cristo esta continuamente
presente en el mundo como Sumo sacerdote y ofrenda: comida y bebida
de salvación. San Pablo dice a los Corintios: Y todos bebieron la
misma bebida espiritual: por eso ellos bebieron de la roca
espiritual que los seguía y esa roca era Cristo". (I. Cor. 10:4).
El texto sagrado en el Libro de los Hechos
de los Apóstoles nos informa que la historia de la Iglesia empieza
el día de Pentecostés en Jerusalén y no en Roma. Aquel día tres mil
judíos se arrepintieron y fueron bautizados, por eso la primera
Comunidad Cristiana fue en Jerusalén. También no debemos olvidar que
San Pablo fundó la Comunidad Cristiana de Filipos y Corintios (en
Grecia) antes del arribo de San Pedro a Roma.
Además la práctica de la Iglesia, jamás
garantizó una supremacía jurídica pata el Obispo de Roma, ya que
durante los primeros ocho siglos, él gozaba solamente de una
Primacía de Honor, hasta que el Concilio Ecuménico de Chalcedón
(415), mediante su 28avo. Canon, concedió la misma Primacía de Honor
al Papa de Roma y al Patriarca de Constantinopla (Nueva Roma). Esta
Primacía de Honor no fue dirigida para el Obispo como persona, sino
por la importancia de la Iglesia que representaba y en base al
número de sus miembros y sus trabajos de caridad.
Esta innovación posterior (la Supremacía
Jurídica del Obispo de Roma), fue la causa de todo hecho en nombre
de la Iglesia. Habiendo asumido el Papado un poder monárquico
universal y con el apoyo de los Emperadores Occidentales,
sobrevinieron entonces las guerras religiosas: Las cruzadas y la
inquisición, con todos sus horrores. Tales eventos jamás tuvieron
lugar en la Iglesia Ortodoxa griega, la cual garantiza su profunda
espiritualidad. Ella sigue el consejo de san Pablo, quien escribe a
Tito para darle un consejo sobre los herejes: "Un hombre que es
hereje después de la primera y segunda amonestación, deséchalo;
sabiendo que él es tan soberbio y pecador." (Tito 3:10-11). El no le
dio consejo para matar o para quemar, tal como lo hizo al Occidental
Medieval, con el fin de deformar el espíritu de la iglesia.
El Dogma de la infalibilidad del Obispo de
Roma, proclamada en el año 1870, únicamente por el Concilio Vaticano
I, y con una asistencia y votación de tan sólo 533 participantes que
representaban solamente el 42% de todos los fieles católicos romanos
de ese tiempo, (IOANNIS CARMIRIS "TA DOGMATIKA KE SIMBOLICA MNIMIA
TIS ORTHODOXU CATHOLIKIS EKLISIAS" Vol.2. Pag. 68) representa una
deformación completa del sistema Sinódico o Conciliar, conforme al
cual la infalibilidad recae en la totalidad de la Iglesia.
Los 7 Concilios Ecuménicos (Sínodos),
fueron aceptados por la totalidad de la Iglesia (Clero y Laicos),
siguiendo el ejemplo del Apostolado en Jerusalén; "Entonces pareció
bien a los Apóstoles y a los Presbíteros, con toda la Iglesia."
(Hechos 15:22).
El dogma de la Supremacía Jurídica e
"infalibilidad" del Papa crea presión y destruye el espíritu de
unidad en la Iglesia el cual se fundamenta en la caridad y no en el
poder, por lo tanto si el Papa realmente desea la unidad y de todos
los cristianos, es su deber retomar a la pureza de la Tradición
Apostólica.
Deformación de la fuente y la
práctica de la Iglesia:
Para la Iglesia Ortodoxa Griega, la verdad
revelada esta contenida en la tradición Apostólica, de la cual es
portadora. Esta Tradición sagrada está compuesta por dos elementos:
la tradición oral (las enseñanzas y prácticas Apostólicas) y, la
tradición escrita ( el Antiguo y Nuevo Testamento), según San Pablo:
"Por eso, hermanos, no cedan y mantengan las tradiciones, las cuales
ya han sido enseñadas, ya sea por palabra o por carta nuestra"
(2.Tes. 2:15). Esta Tradición Apostólica (escrita y oral) ha
permanecido intacta hasta nuestros días, únicamente la Iglesia
Ortodoxa Griega, la cual es la verdadera Iglesia Universal, ya que
el Catolicismo Romano la han deformado y él Protestantismo la niega
completamente. Esta Tradición Apostólica, que vive continuamente en
la Iglesia Ortodoxa desde aproximadamente dos mil años, fue
defendida por los cánones de los Concilios Ecuménicos (Sínodos) y
por los de varios Concilios locales, los cuales a su vez fueron
adoptados y aprobados por los Concilios Ecuménicos. Todos estos
cánones (reglas) de la iglesia, constituyen la forma y la práctica
correcta de la doctrina en la vida de los creyentes; esta es la
verdad presentada en el Evangelio, tal y como fue defendida por
siempre por los Concilios Ecuménicos. Estos cánones (reglas) que
establecieron la vida de todos los fieles (clero y laicos) no
constituyen un trabajo humano, sino divino, tal y como lo fueron los
Concilios Ecuménicos siguiendo el ejemplo del Concilio Apostólico en
Jerusalén inspirados por el Espíritu Santo: "Porque esto parece
bueno para el Espíritu Santo y también para nosotros" (Hechos
15:28).
Las decisiones de los Concilios Ecuménicos
(Sínodos) son consideradas como inalterables, así como lo es el
Evangelio y conforme al segundo Canon del Concilio en Trullo (692),
ya que ellas constituyen la plenitud de la vida de Cristo y nos
guían a la Salvación. Para aquellos quienes se rebelan contra los
cánones de la Iglesia, les recordamos las palabras de San Pablo,
quien nos dice: "que cada cosa debe ser hecha dignidad y orden". (I.
Cor. 14:40). Y es así como el Profesor Griego, J. Carmiris, analiza
esta práctica:
"Como la iglesia es una Institución
Divina, ella posee su propia constitución igualmente divina; y
porque esta deriva directamente de Cristo, su fundador, sus
Apóstoles y sus sucesores, inspirados por el Espíritu Santo, por
esto la Iglesia no esta sujeta a una voluntad humana arbitraria,
sino que ella posee una autoridad absoluta". (J.Carmiris,
Ekklisiología).
Carta de Jeremías II, Patriarca de
Constantinopla a Lutter German Sum; en "Valor y Misterio". Lutter-Verlang-Witten.
Pag. 520.
El Catolicismo Romano no solamente ha
rechazado varios de los Cánones de la práctica de la Iglesia, sino
también se ha atrevido a deformar el Símbolo de Fe Niceno
Constantinopolitano (el Credo), el cual contiene los artículos
fundamentales de la fe Cristiana. Desde los tiempos del Emperador
Carlo Magno, la Iglesia Occidental distorsionó el artículo sobre el
Espíritu Santo. A partir del Concilio de Aix-la-Capelle (809), los
franco oficialmente insertaron la palabra
"Filioque" en el Símbolo de Fe Niceno
Constantinopolitano. Esta innvación significa que el Espíritu Santo
no procede solo del Padre, tal como esta escrito en el Evangelio
sino también procede del Hijo. Esta inserción dentro del Símbolo de
Fe Niceno Constantinopolitano es una herejía, ya que distorciona el
texto bíblico: "El espíritu de verdad, quien procede del Padre".
(Juan 15:26), de acuerdo con este texto bíblico, los Padres del
Primer Concilio Ecuménico (Sínodo) de Nicea (325) y de los del
segundo (381) establecieron el Credo el cual desde entonces ha
permanecido intacto en la Iglesia Ortodoxa. Esta inserción
("Filioque") dentro del Símbolo de fe Niceno Constantinopolitano,
esta tan equivicada, que el Papa Leon III, en ese tiempo (809),
elaboró una protesta, teniendo por inscrito in factum, el Símbolo de
Fe Niceno Constantinopolitano (sin el "Filioque") en placas
plateadas y colocadas en la Iglesia de San Pedro, con estas
palabras: "HAEC, LEO POSUI AMORE ETCAUTELA ORTHODOXAE FIDEI": ( Yo,
leo, lo pongo aquí por el amor y la protección a la Fe Ortodoxa).
Esta referencia importante esta en VITA LEONIS, LIBER PONTIFICALIS
,(Ed. Duchesne, T.II., pag. 26)- (Ref. Griega, Vas. Stefanidis,
Historia Eclesiástica, Atenas 1970).
Pero esta propuesta del Papa Leo III no
fue suficiente, y en poco tiempo todo el Occidente gradualmente
adoptó la enseñanza equivocada del "Filioque" ( que el Espíritu
Santo procede del Padre y del Hijo).
Esta doctrina está equivocada, porque
contradice al texto bíblico: (Juan 15:26) y porque distorciona la
decisión del primer y segundo Concilio Ecuménico, los cuales fueron
todas las decisiones de los Concilios Ecuménicos. También esta
equivocada porque distorciona la función de la persona de la
Santísima Trinidad, porque crea dos fuentes de procedencia del
Espíritu Santo, es una Doctrina que enseña lo absurdo porque el Hijo
recibe la misma función que el Padre, es decir la procedencia del
Espíritu Santo, y de esta manera el Hijo se convierte en Padre, por
lo que puede dar vida a otro Hijo, es decir dar vida a otro Espíritu
Santo, lo cual es completamente absurdo, ya que nos lleva a la no
-existencia de Dios.
Esta explicación de herejía fue mencionada
por vez primera por San Fotios, Patriarca de Constantinopla en su
carta Encíclica a los Patriarcas y Obispos de la Iglesia del Este.
Por eso el Occidente tiene dificultad para
entender el ministerio de la Santísima Trinidad. San Athanasios el
Grande, Patriarca de Alexandria, quien participo en el Primer
Concilio Ecuménico de Nicea (cuando él fue Diácono), explicó este
ministerio mediante una comparación: La Fuente - el Río y el Agua
del Río.
La Fuente del Río es el Padre, de quien
procede el Espíritu Santo.
El Río es el Hijo, quien envía el Espíritu
Santo, después de su sacrificio voluntario en la Cruz y su Gloriosa
Resurrección. Él dijo a los Apóstoles antes de su Pasión: "Es
conveniente para ustedes que Yo me vaya; porque sino me voy; El
Consolador (El Espíritu Santo) no vendrá a ustedes, pero si Yo me
marcho, lo enviaré a ustedes. (Juan 16:7).
EL Agua del Río que nosotros bebemos, es
el Espíritu Santo, él es quien distribuye la gracia y los "dones",
por lo que las tres personas (entidades que tienen una real e
individual existencia), de la Santísima Trinidad, son indivisibles,
como lo muestra el ejemplo: La Fuente, el Río y el Agua del Río: los
tres son de la misma esencia.
(La esencia divina es incomunicable a la
humanidad y solamente a las "energías no creadas de la Santísima
Trinidad lo que es comunicable a aquellos que son Sacrificados por
hacer la voluntad de Dios en sus vidas, por creer en el camino
correcto y haber participado correctamente en la celebración de los
Santos Sacramentos.
La Inserción del "Filioque" ("Y del Hijo")
por Carlo Magno, fue una interpretación incorrecta de San Agustín,
dado que él jamás aprendió Griego y no pudo ser capaz de leer a los
Padres Griegos, quienes escribieron antes que él, así como tampoco
pudo leer a San Atanasio el Grande, quien escribió bastante sobre
las decisiones del primer Concilio Ecuménico de Nicea, los Concilios
de Nicea y Constantinopla que estableció el Credo tuvieron lugar en
los años 325 y 381, y la conversión no era Cristiano y no sabía
Griego, de esta manera no pudo leer la interpretación correcta de
los Padres que estuvieron en el Concilio, como lo estuvo por ejemplo
San Athanasios el Grande. Por tanto no podemos considerar esta
intrepretación errónea de San Agustín ( AGUSTINI, EX LIBRO XV DE
TRINITATE), por sobre el texto bíblico o por sobre el Concilio
Ecuménico, en cual como ya hemos dicho, es inalterable.
Por eso el Occidente no debería tardar en
corregir el error dogmático y hacer lo que hizo el Papa Leo III en
propuesta del "Filioque", para escribir el Credo correctamente y
recitarlo tal y como sé hacia anteriormente al Consejo de Aix-La-Chapelle
(809).
Estas dos innovaciones, la Primacía
Jurídica del Obispo de Roma y esta inserción del "Filioque" en el
Símbolo de fe Niceno Constantinopolitano, dieron lugar al final del
cisma en el siglo XI (1054), porque la Iglesia Apostólica no pudo
admitir estas contradicciones contra el Evangelio y la Santa
Tradición, la cual fue defendida por los Concilios Ecuménicos
(Sínodos).
Por eso después del VIII Concilio
"Ecuménico" en el año 879, en los cuales los Obispos del Este y
Occidente pudieran participar al mismo nivel, conforme a la
Tradición Apostólica y le siguió un gradual alejamiento que guió a
la Iglesia Occidental a otras desviaciones, como la negativa de la
pureza de la doctrina y que derivó inevitablemente a otras negativas
(como por ejemplo las confesiones protestantes).
1).- La palabra Bautismo deriva de la
palabra Griega "Vaptizo", la cual significa inmersión, por lo que el
bautismo debe ser inmersión total en el agua, tal y como lo práctica
la Iglesia desde un principio. Esta inmersión simboliza el entierro
de la muerte de Cristo Jesús, como dice San Pablo a los Romanos:
"Porque somos sepultados con Él en el bautismo por la muerte: Así
como Cristo de la muerte por la gloria del Padre, así también
nosotros caminaremos en vida. Porque si hemos sido plantados juntos
en la semblanza de su muerte, así también estaremos en la semblanza
de su resurrección". (Romanos 6:4-5). Conforme a esta enseñanza todo
el cuerpo del candidato debe estar en contacto con el agua de la
pila bautismal, lo cual es un hecho visible del sacramento, en el
que el Espíritu Santo se encuentra invisible.
Los antiguos bautismante, dispersos por
toda Europa Occidental comprobaron este hecho, debido a que aquel
bautismo Occidental comprobaron este hecho, debido a que aquel
bautismo era celebrado por inmersión y no poniendo un poco de agua
sobre la frente del candidato, únicamente a partir del siglo XVI que
se acostumbra poner agua sobre la frente en la Iglesia Occidental,
ya que originalmente esta costumbre era un uso adoptado solamente
para los enfermos, cuando era necesario.
2). - En la Iglesia Ortodoxa el sacramento
del bautismo no es realizado por el sacerdote, sino ante la
presencia del Espíritu Santo, que es invocado por el Sacerdote
mediante especiales Oraciones Venerables y el Sacerdote no dice: "Yo
té Bautizo", como lo hacen en el Catolicismo Romano, sino que: "El
siervo de Dios es Bautizado".
Tal y como nuestro Señor fue inmerso en
las aguas del Jordán (Mateo 3:16), el bautismo Ortodoxo es celebrado
mediante una triple inmersión en nombre de la Santísima Trinidad,
esta triple inmersión simboliza el entierro del "Hombre Viejo" y la
Resurrección del "Hombre Nuevo".
1).- Otro sacramento importante es la
Crismación (Confirmación en el Occidente), el cual nos concede el
don del Espíritu Santo, desde los primeros días de la Iglesia este
Sacramento era celebrado justamente después del bautismo. El
escritor Eclesiástico de la Iglesia. Tertuliano (siglo II) dice:
"Después del bautismo de Salvación, recibimos inmediatamente el
Santo Crisma, conforme a las antiguas costumbres", no obstante en el
Occidente, después del Crisma separaron al bautismo de la
Confirmación y dan la Confirmación a los niños bautizados solamente
hasta la edad de 7 a 10 años, de esta manera privan al niño de los
demás dones del Espíritu Santo durante su infancia y por lo tanto
también de la Santa Comunión. En los tiempos exactamente después de
su bautismo y confirmación por eso la Iglesia Ortodoxa continua con
las Antiguas Tradiciones, dando la Santa Comunión a los bebes
bautizados, recordando las palabras del Señor: " Permitan que los
niños vengan a mí y no se les prohiba". (Lucas 18:15-16).
2).- Esta distorsión se debe a la mente
racionalista del Occidente, en la cual se requiere que el niño tenga
raciocinio para recibir la Confirmación, mientras que en la Ortodoxa
se cree en la Revelación y el poder de la gracia de Dios, dados como
un Don. Esta forma racional de pensamiento hizo mucho daño al
Occidente, porque trató de explicar los misterios de Dios mediante
los racionamientos de la lógica Aristotélica, lo cual es imposible,
ya que la Lógica tiene un cierto campo de actividad, y en el más
allá tenemos la inmensidad del amor de Dios y su eternidad, algo que
la lógica humana no puede lograr entender. Es por el don de gracia
que el hombre puede vivir esta inmensidad con gratitud, sin tratar
de comprender el misterio intelectualmente. Esta fue la actitud por
la cual los Padres de la Iglesia aprovecharon los misterios de Dios
como lo hizo San Juan Crisóstomo, por ejemplo.
1).- Después del Cisma, el Occidente
distorcionó el sacramento de la Santa Comunión, porque en lugar de
dar a los fieles el Cuerpo y la sangre del Señor en forma de pan y
vino, como el Señor se dio a sí mismo durante la última cena, ellos
lo suprimen y aunque dicen de la Sangre, solo les dan el Cuerpo en
forma en forma de una hostia (Una oblea sin levadura), y no en forma
de pan de levadura, como lo fueron en los tiempos antiguos.
El texto Bíblico nos informa como la Santa
Comunión fue dada en los tiempos Apóstolicos: "Y como ellos estaban
comiendo, Jesús tomo el pan y bendiciéndolo lo partió y lo dio a sus
discípulos y les dijo: Tomen y coman, esto es mi cuerpo, y tomando
la copa y dando gracias, dándose a ellos diciendo. Beban todos de
ella, porque está es mi Sangre del Nuevo Testamento, la cual es
derramadas por varios, para la Remisión de los pecados" (Mateo
26:26-29). Entonces Jesús le dijo: "En verdad, en verdad les dijo, a
menos que coman la carne del Hijo del hombre y beban de su sangre,
no tendran vida eterna: y yo resucitaré en el último día. Porque mi
carne es comida verdadera y mi sangre bebida verdadera. El que come
mi carne y bebe mi sangre permanece en mi y yo en él. Como el Padre
viviente me ha enviado y yo vivo por el Padre, asimismo quien me
come, así también él vivirá por mí." (Juan 6:53-57).
También San Pablo nos dice: "Porque lo que
yo he recibido del Señor lo transmití a ustedes, que el Señor Jesús,
la misma noche en la cual fue traicionado, tomó el pan: Y habiendo
dado gracias, lo partió y dijo, tomen y coman: Este es mi cuerpo, el
cual es partido por ustedes: Hagan esto en memoria mía. Después de
la misma manera tomó la copa, y a su vez cenado dijo: Esta copa es
el Nuevo Testamento en mi sangre: Hagan esto tan seguido como lo
beban, en memoria de mí; porque tan frecuente como coman este pan y
beban de esta copa, ustedes muestran la muerte del Señor hasta que
él venga... Por eso cualquiera que comiere este pan y bebiere de
esta copa de el Señor, indignamente, será culpable del Cuerpo y
Sangre del Señor. Por eso permitan al hombre examinare a sí mismo y
permitan de aquel pan y beber de aquella copa, porque el que come y
bebe indignamente, come y bebe con perjuicio de el mismo, sin
discernir el cuerpo del Señor". (I Cor. XI :23-30).
2).- Por eso debemos usar el sacramento de
la Santa Eucaristía (Comunión) pan de levadura, porque en la Ultima
Cena, que tuvo lugar en la noche de Jueves no era aún el día de "Pan
sin levadura" (Azimo) de la religión Hebrea, el uso del pan normal,
fue práctica de la Antigua Iglesia y fue solo hasta el siglo y que
algunos herejes influenciados por el Judaísmo, empezaron a usar pan
sin levadura o "azimo", y aún del Occidente tenemos información que
se usaba oan normal de levadura para el sacramento de la Santa
Comunión: (Marcos 14:1) (La Ultima Cena en Jueves). "Panes usitatus".
(DE SACRAMENTIS. Cap.IV, 14).
3).- El cambio ("Metavoli") del pan y el
vino en el cuerpo y sangre del Señor, es realizado mediante la
invocación del Sacerdote al Espíritu Santo, por quien se opera la
transformación y no por el Sacerdote mismo. En la Iglesia Ortodoxa,
la hogaza de pan y el vino son ofrecidos por los Fieles.
Cristo nos ofrece en el Santo Cáliz
"Vida", y es El mismo el que se ofrece a través del pan que es usado
para el sacramento por lo que debe tener "Vida" (con levadura) y no
estar muerto (sin levadura).
4).- Este sacramento es muy importante
porque es el corazón de la Iglesia que nos une al Señor como "las
ramas de la vid". Esto es lo que Él dice: "Yo soy la vid, ustedes
los sarmientos: el que habita en mi y yo en él, él mismo produce
mucho fruto: Porque sin mí ustedes no hacen nada." (Juan 15:5) y
agrega: "Si un hombre no habita en mi, será tirado lejos como una
rama y se secará: y los hombres la recogerán y la tirarán en el
fuego y se quemará. Si pertenece en mi y mis palabras permanecen en
ustedes, pidan lo que quieran y les será hecho'. (Juan 15: 6-7). En
otras palabras, si nosotros no participamos en este sacramento, que
nos santifica, somos como ramas secas que no producen ningún fruto
(fruto de santificación) y somos buenos solo para el fuego.
1).- Este sacramento es una preparación
para aprovechar el Santo Cáliz. La liturgia de San Juan Crisóstomo
(escrita en el siglo IV y basada en la más antigua liturgia jamás
escrita de Santiago, primer obispo de Jerusalén, siglo I, D.C.),
contiene la siguiente oración, pronunciada por el Sacerdote: "El don
santo de los Santos.".
No podemos entonces aprovechar el santo
Cáliz si no hemos primero purificado nuestras almas mediante las
lágrimas del arrepentimiento. Es por eso que el arrepentimiento es
también llamado segundo bautismo o 'bautismo de lágrimas". San Pablo
habla con severidad sobre esta preparación en su Epístola a los
Corintios (I. Cor.XI: 27-29), basado en el siguiente texto bíblico:
"Cuando el Señor, después de su
Resurreción se apareció a sus Apóstoles a través de las puertas
cerradas. Y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo; a quien los
pecados les sean remitidos." (Juan 20:23). Este poder dado por el
Señor a los Apóstoles, fue transmitido a los Obispos mediante el
sacramento de la Ordenación que a su vez lo transmiten a los
Sacerdotes.
2).- En la Iglesia Ortodoxa, no hay
confesionarios, uno puede confesarse en cualquier lugar conveniente
en la Iglesia o donde sea y además no hay enrejado que separa al
confesor y al penitente. De este modo la confesión de uno a otro,
purifica el alma o puede resistir mejor a las tentaciones, para un
Cristiano Ortodoxo es una completa responsabilidad sobre esta
Tierra. La Absolución que él recibe es una consecuencia de su
sincero arrepentimiento y no debido a las oraciones intermediarias,
a los Santos o a otro factor.
Los Santos son Honrados en la Iglesia
Ortodoxa, porque ellos glorifican a Dios mediante sus martirios y su
vida santa. "Dios es glorificado en la vida de los Santos": Ps.67
(68:35) Ps. (89:7) y porque como este escrito: "El Señor oye la
oración de los justos". (Provervios 15:29). Sin embargo los Santos
no tienen el poder del perdón de los pecados, la absolución es dada
sólo a través del sincero arrepentimiento personal, lo cual es una
acción libre, que obtiene su eficacia en la labor redimitoria del
Señor en la Cruz.
3).- De esta forma la confesión es
considerada como un trámite del alma para convertirse en más y m 0s
poderosa. El sacramento del arrepentimiento expresa un cambio del
pensamiento y una resolución para caminar conforme a la voluntad de
Dios, este sacramento es un remedio, no un juicio.
4).- Como la Confesión es una preparación
de cuerpo. Los períodos de ayuno y la formula de ayuda han sido
decretadas por reglas Apostólicas, desde el comienzo y aún sigue
respetándose. En los países Occidentales esta tradición, ha sido
demasiado flexible. El ayuno fue un mandamiento de Dios para la
primera pareja en el Paraíso. (Clemente de Roma, 1er. Siglo, "La
enseñanza de los Apóstoles" VIII, 1.P.P.Migne).
1).- Las Ordenaciones como los sacramentos
están basadas en el texto bíblico sobre la elección de los Apóstoles
por el Señor (Mateo 10:1) (Lucas 10:1) (Juan 6:70) (Hechos 2:1). En
los Hechos de Apóstoles, varios pasajes nombran como estos
realizaron la elección de sus sucesores: (Hechos 6:6) (Hechos 13:3)
(Hechos 20:28). Como también las Epístolas de San Pablo (I. Timoteo
5:22) (2. Timoteo 1:16).
El siguiente texto muestra claramente: " Y
cuando hubieron ayunado y orado, colocaron sus manos en ellos y los
despidieron.' (Hechos 13:3).
El texto de la primera Epístola de San
Pablo a Timoteo: "La imposición de las manos" produjo un cierto don,
'No descuides el don que esta en ti, el cual te fue dado por
profecía, con la imposición de las manos del presbiterio". (I.
Timoteo 4:14), este don es producido por la "imposición de las
manos" y da al Sacerdote el poder de celebrar los Santos
Sacramentos, lo cual no es válido si el Sacerdote esta previamente
ordenado.
2).- La Iglesia Ortodoxa tiene Sacerdotes
casados "Presbíteros" (Los Ancianos), normalmente el Clérigo
Parroquial: y los Sacerdotes solteros, entre los cuales son
seleccionados los Obispos. Esta doble posibilidad en la Iglesia
Ortodoxa, es una decisión de un Concilio Ecuménico (VI Concilio, XII
Canon) y aquellos que se están preparando para el Episcopado no se
casan, pero antes de su ordenación. Después de la Ordenación, el
Matrimonio no está permitido, y cuando un Sacerdote es viudo, le
esta permitido que se convierta en Obispo, porque esta liberado de
las obligaciones familiares.
3).- la Iglesia Ortodoxa tiene tres grados
principales de los Santos Ordenamientos, conforme al texto de los
Hechos: El Diácono, los Presbíteros (Clérigo Parroquial) y el Obispo
de grado de Cradenal del Catolicismo Romano es una innovación
posterior y no existe en el texto Bíblico. El grado Cardenal
debilita al Episcopado, debido a que los Cardenales son considerados
superiores a los Obispos.
El matrimonio de los Presbíteros (Clérigo
Parroquial), es mencionado en la epístola de San Pablo a Tito:
"Ordena Ancianos en cada ciudad, como Yo te lo he mandado: si alguno
es irreprochable; esposo de una esposa, teniendo hijos creyentes". (Toto
1:5-6).
4).- Conforme al VI Concilio Ecuménico
(692). Los Obispos deben ser solteros.
1).- El Matrimonio no es una institución
humana, sino divina. En el texto bíblico del Génesis vemos: "Y el
Señor Dios dijo, no es bueno que el hombre este sólo; les haré ayuda
idónea para él" (Génesis 2:18). Y más adelante leemos: "Por tanto,
dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá su esposa y
serán una sola carne." (Génesis 2:24). Por eso el matrimonio fundado
por Dios tiene un doble propósito: La vida en común (la unión
Sacosomática) y la procreación.
2).- El nuevo Testamento, esta divina
institución convierte al sacramento en "Un gran misterio", como dice
San Pablo en su epístola a los efesios, y en donde compara la unión
santificada de un hombre y una mujer a la misteriosa unión de Cristo
con la Iglesia ( El cuerpo de los creyentes) (Efesios 5:32). Este
sacramento es una figura de la Santa Trinidad.
Desde el comienzo de la Cristiandad, el
matrimonio fue una ceremonia religiosa como la muestran algunos
hallazgos arqueológicos del arte primario Cristiano y los
trabajadores de los padres, como lo muestra la superficie de una
copa encontrada en una catacumba en Roma, en donde vemos a un
Sacerdote coronado y bendiciendo a una nueva pareja. San Ignacio de
Atioc, escribe a San Policarpo (siglo II): "El matrimonio debe ser
celebrado conforme a la opinión del Obispo, por que esta unión debe
estar basada en la voluntad de Dios y no en un deseo Físico." Y San
Juan Crisóstomo dice: "No es la unión física sino la bendición de la
Iglesia, lo que constituya en todos los sacramentos." Es la
presencia del Espíritu Santo (presente en todos los sacramentos) el
que da la bendición a la pareja y les transmite gracia.
La gracia de Dios santifica la unión
física transformando en un centro de perfección moral, por lo que a
nosotros no nos esta permitido disolver este centro de
espiritualidad, este es el ambiente en el cual nacerán y crecerán
los nuevos Cristianos. Es la célula, que tiene el poder de
santificar poco a poco a la sociedad.
3).- El carácter indisoluble del
matrimonio fue dado por el Señor mismo, cuando los Fariceos le
preguntaron si el divorcio estaba permitido, él contestó:
"Por tanto, lo que Dios unió, no lo separe
el hombre". (Mateo 19:6) Y agregó más adelante: "Cualquiera que
repudia a su esposa, salvo por causa de fornicación y se casa con
otra, comete adulterio." (Mateo 19:9). Por esto la Iglesia Ortodoxa
permite el divorcio, en el caso mencionado por el Señor, en caso de
infidelidad.
4).- En el mismo pasaje bíblico hay una
cuestión sobre el celibato: "Y has eunucos que se han hecho a sí
mismo eunucos, por causa del reino de los Cielos. El que sea capaz
de recibir esto, déjelo que lo reciba". (Mateo 19:2). Por eso el
celibato en Cristo no es para todos, sino para aquellos que son
capaces y que lo reciben con libertad. Este es un don de Dios para
aquellos que pueden aceptar ser separados completamente de las cosas
mundanas, para dedicarse a sí mismos completamente a Dios , como
dice San Pablo a los Corintios: "El que es soltero, cuida de las
cosas que pertenecen al Sñor, de cómo pueden agradar al Señor: Pero
el que es casado cuida de las cosas que son del mundo, de cómo
pueden agradar a su esposa". (1. Cor. 7:32-33). Y más adelante
agregó: " Y esto que yo hablo para su propio provecho; no es para
que yo pueda tirarles un lazo, sino para lo que es honesto y decente
y puedan atender al Señor sin distracción";. (1. Cor. 7:35).
5).- Este caso celibato esta basado en una
ferviente Fe y en un ascetismo espiritual, el cual es capaz mediante
la ayuda de la gracia, calmar los instintos y las pasiones, y hacer
al alma más apta y permanecer unida a Dios así como para recibir el
gradioso don del Espíritu Santo. Por eso es que el gran ascetismo de
la Iglesia Ortodoxa, se convirtió, en repetidas coacciones, en el
ferviente luchador y defensor de la verdad de la iglesia, contra los
herejes de toda clase.
6).- Por lo que tomar un voto de celibato,
sin tomar un voto de castidad, como sucede en el Occidente, no tiene
significado, ya que el celibato en Cristo no puede ser más que un
celibato de castidad.
Para la gente Ortodoxa hay solamente dos
soluciones para este propósito: Ya sea el matrimonio bendecido por
Dios o la castidad aceptada libremente, una vida sobrenatural, la
cual es un don de Dios. "El que sea capaz de recibir esto, dejando
que lo reciba".
7).- El celibato en Cristo no es necesario
una vida monástica, ya que puede tomar lugar en la sociedad,
conforme al ejemplo de los Apóstoles y a otros Santos de la Iglesia.
Sin embargo, en la Iglesia Ortodoxa no hay ordenes monásticas de
legos activos en el mundo material.
8).- El ascetismo es bíblico (I.Reyes 19)
(Mat.4).
La unición en aceite de oliva es
mencionada como un sacramento en una de las epístolas Apóstolicas,
pero este sacramento era ofrecido al enfermo por alguna enfermedad
que padecía, y no a una preocupación de muerte, como lo fue más
tarde en el Occidente, he aquí el texto bíblico: "Está algún enfermo
entre ustedes?, déjenlo llamar a los Ancianos de la Iglesia y
permítanles orar sobre él, ungirlo con aceite en el nombre del
Señor". (Santiago 5:14-15). Y también en el Evangelio de San Marcos
vemos a los Apóstoles en actividad: "Y ellos echaban a varios
dominios y ungían con aceite a varios que estaban enfermos y los
sanaban". (Marcos 6:13). Por eso la "extrema unción" del Catolicismo
Romano, no es una tradición Apostólica.
1).- La concepción del purgatorio es una
innovación posterior del Catolicismo Romano, no existió para nada en
la tradición Apostólica: "El ladrón fue directamente de la Cruz al
Paraíso" (Lucas 23:43) y (Juan 5:29).
2).- La idea del purgatorio, toma la
responsabilidad del Cristiano sobre la tierra y en verdad es que
seremos juzgados conforme a los actos cometidos en completa libertad
y responsabilidad (Mateo 16:27) y (Apocalipsis 22:2).
La Doctrina de la Inmaculada Concepción de la
Santísima Virgen María, significa en términos simples, que ella
nació sin pecado original, esto es, la falta cometida por Adán y Eva
que implica constituirse a si mismo como parámetro de toda conducta
ignorando a Dios como fuente de toda autoridad.
Iglesia de Roma | Iglesia Ortodoxa |
Fue concebida sin pecado original. | La Santísima Virgen fue concebida en pecado, mas ella en su su humildad y libre voluntad eligió el camino de la vida en Dios. |
Es dogma de la iglesia romana desde 1854 por el Papa Pío IX. La razón del dogma hay que entenderla dentro del contexto del zanjar una disputa centenaria entre dos escuelas filosóficas al interior de la iglesia (Dominicos-franceses-metafísicos / Franciscanos-ingleses-lógicos). | No es dogma de la iglesiaEl dogma en la Ortodoxía es fruto del "Sensu Fidei", esto es, la inspiración del Espíritu Santo a todos los fieles y transmitida de generación en generación. |
Para San Agustín y los Católicos Romanos,
el pecado original es considerado solamente como una caída desde la
perfección misma; mientras que para los primeros Cristianos y los
Ortodoxos, generalmente el pecado original no es solamente una caída
de la situación original de la perfección relativa, sino también una
caída de la ruta hacia la perfección según Dios y la deificación.
Los Católicos Romanos generalmente claman
que la naturaleza humana después de la caída permaneció
substancialmente intacta y fue privada solamente de la sobrenatural
gracia creada, la cual es ahora restaurada para los humanos por el
sacrificio de la Cruz, cuyo número infinito de buenas obras dignas
de recompensa, junto con las buenas obras dignas de mencionar de los
Santos, se vuelven en propiedad de los fieles a través de de
funciones Sacerdotales (especialmente el Papa), a través de las
indulgencia y a través de los sacramentos.
Siguiendo la opinión de San Agustín, los
Católicos Romanos dejan de considerar a Satanás como resistencia a
Dios y teniendo el poder de la muerte, porque es la causa de la
muerte.
La cosmología de San Agustín no permitió
la existencia de voluntades que se opusieran a la voluntad divina.
Por lo tanto, conforme a los Católicos Romanos no solamente la
muerte sino que aún la caída del hombre en manos del Diablo es un
castigo de Dios.
Los teólogos Católicos Romanos consideran
a Dios como la causa de la muerte y ven a la muerte y a la
corrupción como resultado de la decisión de Dios considerar a la
humanidad culpable y para castigarla.
Conforme al entendimiento Católico Romano.
Dios se encarga de alguna manera, de los trabajos bíblicos de
Satanás, para castigar a los humanos con la muerte, la corrupción y
con toda aflicción humana.
Es obvio por lo tanto que de esta manera
las acciones divinas y las satánicas se vuelven peligrosamente
confusas.
Los Padres Ortodoxos rechazan la idea de
que Dios es la causa y el creador de la muerte.
"La muerte no es de Dios". (Trineos,
Refutación, C.XXIII, 1,2,4; exposición 16,17).
También:
"Dios no creo la muerte; sino que nosotros
la trajimos a nosotros mismos debido a nuestra mala opinión. Sin
embargo Dios no impidió la disolución (corrupción) para no preservar
la enfermedad inmortal". (San Basilio Magno, Migne P.G. 31,345).
San Agustín esta de acuerdo con Palageo en
que el pecado original se origina únicamente de la voluntad humana.
El clama que de alguna manera la voluntad de Adán es heredada por
sus descendientes. (De Gratia Christi et de Peccato Originali" -
Libro II, Cap. 45).
En la Ortodoxa la caída es entendida como
el resultado de un traslado del humano mismo de la vida dividida y
como un resultado de la consecuente enfermedad de la naturaleza
humana. Y como causa de todo esto es considerado el hombre mismo,
que esta en colaboración con el mal.
Al contrario para los Católicos - Romanos
todos los males en este mundo originan de la punitiva voluntad
divina y ven al Satanás mismo como instrumento punitivo de Dios.
En el entendimiento Católico Romano la
Salvación no es una Salvación principal y especialmente de la muerte
y la corrupción, sino que más bien es una Salvación de la furia
divina y que la abolición del castigo de la muerte y de la
enfermedad signe simplemente como resultado de la Santificación de
la justicia divina.
Los Católicos Romanos y los Cristianos de
Occidente en su enseñanza sobre la Redención siguen en líneas
generales la teoría de Aselmo de Cantebury (1033-1109) acerca de la
santificación divina, que no presupone como necesario, la continua e
ininterrumpidle comunión y presencia de Jesucristo en los cuerpos
iluminados. Toda vez que por el sacrificio en la Cruz del Señor la
divina justicia fue satisfecha, no hay necesidad substancial nunca
más para la presencia continua y real de Jesucristo en la Iglesia,
para la salvación de los fieles.
Los fieles adquieren los beneficios del
sacrificio de la Cruz, ya sea a través de la absoluta predestinación
(Calvino) o a través de las buenas obras dignas de recompensa, de la
indulgencia y los sacramentos de los cuales brotan grandes
cantidades de "gracias divinas" creadas, mientras Jesucristo está
presente solamente en intervalos en la divina Eucaristía por orden
del Sacerdotes (Roma). Ellos no aceptan para nada como absolutamente
substancial, la necesidad (conforme a la enseñanza Evangélica y
Patrológica) de la energía continua real y vivificante de Jesucristo
en los cuerpos de los fieles.
Los Padres Ortodoxos (siguiendo la Biblia)
consideran a la salvación como la Redención de la muerte y la
corrupción y como un remedio de la naturaleza humana, la cual fue
atacada por Satanás y por ello los Santos Padres ponen como bases de
sus enseñanzas Cristológicas "lo no asumido permanece incurable"
esto es, Jesucristo curó a la naturaleza humana por que él la
asumió. (Padre Loannis Romanidis, Pág..
12,13,17,18,28,29,30,90,137,141,142).
La enseñanza de los Católicos Romanos
sobre la "gracia salvadora creada" no es debido solamente a su
errónea noción sobre la Salvación pero también sobre una enseñanza
hereje sobre Dios.
Los Católicos Romanos generalmente
identifican la esencia divina no creada con la energía de Dios y
claman que Dios es "actus purus". Por lo que es imposible que
acepten la comunicación real de la energía divina no creada, porque
esto significaría que también las criaturas participan de la divina
esencia. Para evitar el Panteísmo, es decir, la comunión real de la
esencia divina por las criaturas, ellos enseñan que la gracia divina
salvificante la cual es participante por el mundo, es creada.
Sin embargo enseñan que los que son
salvados tienen una relativa comunión con la esencia divina clamando
que los Santos tienen una dichosa visión de la esencia divina, esta
es una enseñanza que es inaceptada por los Padres Ortodoxos.
Los Católicos Romanos tienen nociones
cosmológicas engañosas, que les permiten examinar la esencia divina,
porque la identificacian con las energías divinas.
La presunción de la Teolología Católica
Romana es la "analogía fidei' (analogía de la Fe). Todas las cosas
en el mundo son principalmente pinturas en el tiempo de los
originales (arquetipos) que existen en la esencia del Unico (Dios).
Los Católicos Romanos después de la
identificación Escolástica de la esencia divina con la energía
divina, a fín de evitar el obvio Pateísmo, usan el sofísmo de que
Dios no tiene una relación directa y real con el mundo, (porque esto
significaría una sustancial dependencia de la esencia divina por el
mundo), sino que Dios tiene una relación indirecta con el mundo, que
Dios supuestamente concibe los arquetipos (los originales) de la
Creación y el Orden entre ellos que es la eterna ley divina en su
ausencia y sin haber nacido, consecuentemente Dios conoce y ama al
mundo en sus arquetipos (originales). Pero entonces algunas
preguntas pueden dar origen:
Si en esencia y energía (toda vez que
estas dos son idénticas, conforme a los Católicos). Dios conoce y
ama directamente solo a los arquetipos entonces Cómo conoce él el
mal o por lo menos como sabe él que hay una necesidad de enviar a su
hijo a salvar a la humanidad caída?
Si Dios es "actus purus", pero puede
conocer el mal o saber la necesidad de la Salvación de los humanos,
entonces la noción del mal o la necesidad o de la caída o el de no
ser debe también estar entre los arquetipos de la esencia divina.
Por lo tanto de acuerdo a esta teoría, la
noción del mal deb ser"parte" de la esencia divina, porque si esta
es independiente, entonces la teoría Escolástica sobre la
Omnisciencia se derrumba, excepto si aceptamos que el mal es
inexistente cuando la necesidad para una Salvación real del mal se
vuelve fábula vacía.
Al contrario los Padres ortodoxos ense 4an
una distinción unidimencional entre la esencia divina no creada y la
energía divina no creada, toda vez que la esencia divina no es
participada. (Sínodo de Constantinopla 1341 D.C. y Art. 10 de la
confesión de fe de Constantinopla, 1727. D.C.).
Conforme a los Padres Ortodoxos la Esencia
Divina ni es aprovechada por el cerebro humano ni es identificada
con las energias atributos y aptitudes divinas. (Padre Loannis
Romanidis, pag. 16,29,30,).
En otras palabras, los humanos pueden
participar en las energías y es exactamente que Dios a través de sus
energías no creadas (y no con suesencia) crearon al mundo de la
nada, El lo gobierna y lo conoce.
La Iglesia Católica Romana atribuye una
posición al rol de la Autoridad como fuente de la vida de la
Iglesia.
El criterio Ortodoxo de la Fe de la
Iglesia como fue expresado por San Vicenti Lirinesis de que
"Aceptamos en nuestra fe, la cual fue aceptada (creída) siempre, por
todos lados y por todos (los fieles)". Fue reemplazada en la Iglesia
Católica Romana por el criterio que fue introducido por San Agustín:
"Esta satisfecho solamente con la opinión
de que parte del mundo, en donde el Señor quiso coronar con un
glorioso Martirio al primero de sus Apóstoles" (San Agustín sontra
Julián I, 13). La "Ekklisología" Católica Romana considera la
primacía del Papa de Roma como la Autoridad Suprema de la unidad
visible de la Iglesia. Expresando él mismo sin reservas enfrente de
una Audiencia de Cardenales, el Papa Pablo VI no vaciló en decir en
su discurso, en el encuentro de Mayo 24, 1976: "Si alguien no está
en comunión con el sucesor de pedro, significa que él está fuera de
la Iglesia".
Ya en el siglo XIX, el primer Sínodo
vaticano comprobó este desarrollo doctrinal decretado como dogma e
fe la primacía de la Autoridad del Papa sobre la Iglesia Universal y
la infabilidad personal en lo referente a la expresión de los dogmas
(doctrinas).
Para la Iglesia Católica Romana aún en los
Sínodos locales, una vez han recibido la aprobación del Papa,
adquieren importancia doctrinal y Autoridad igual a los Sínodos
Ecuménicos. En una carta que el Papa Pablo VI envió el 29 de Junio
de 1975, dijo que el segundo Sínodo Vaticano tuvo igual importancia
y en algunos aspectos fue incluso más importante que el Primer
Sínodo Ecuménico de Nicea (325 D.C.).
La "Ekklisología" Ortodoxa, al contrario,
insiste en los valores (principios) de la comunión y la esencia
espiritual.
1).- La más alta Autoridad de la Unica,
Santa, Católica y Apóstolica Iglesia, reside en el Sínodo Ecuménico
de toda la Iglesia.
2).- Nadie entre los Obispo de la Iglesia
Ortodoxa acepto una Autoridad, un privilegio o un derecho,
canónicamente otorgado; sobre un área Eclesiástica, cualquiera que
fuera esta área, sin la propia voluntad y aprobación Canónica del
Obispo de esa área.
3).- la Iglesia Ortodoxa es la única
Iglesia de Jesucristo (Archimandrita Plácido Deseille, pags.
94,104,105,127,128).
La Doctrina Ortodoxa de la Iglesia como
"del Cuerpo de Jesucristo y el Templo del espíritu Santo", es la
base total y el presupuesto del entendimiento Ortodoxo sobre la
Salvación.
La Iglesia está constituída solamente por
los participantes de la energía vivificante (que es donadora de vida
Santa Trinidad).
Por esta razón, San Nicolás Cavasilas en
el siglo XIV escribió "La Iglesia se significa en los sacramentos"
(" interpretación de la Divina liturgía", capitulo 38, Migne P.G.
150, 452).
La participación de la energía vivificante
del Espíritu Santo no es garantizada una vez y para todos por el
bautismo: (Ver San Juan Cris 2stomo 3º Homillalu. La Epístola a los
Efesios, Cap. 4. Migne P.G. 60,23).
Solamente a través de la lucha por la
perfección el hombre puede ser participante de la energía de Dios
que nos hace incorruptos.
Por esta razón en cada divina liturgia los
fieles pacifican en el amor, unos con otros, apelan a Dios que a
través de los Santos Dones forme dentro de ellos a Jesucristo a
través del Espíritu Santo (invocación). La Iglesia continuamente
hará que "La comunión del Espíritu Santo este siempre con todos
nosotros".
El total presupuesto de la participación
de la energía que nos da incorruptibilidad de la Santa Trinidad, es
la lucha individual y colectiva contra el, quien reina en la muerte.
"Por lo tanto procuren reunirse juntos más frecuentemente en
agradecimiento y glorificando a Dios. Porque cuando se reúnen más
frecuentemente, entonces los poderes de Satanás son destruídos y su
desastre es disuelto en concordancia de su Fe" (Ignacio, Ef. 13).
"Nadie sea engañado, si alguien no esta en
el altar, él es privado del pan de Dios... Por lo tanto aquel que no
viene a los encuentros comunes, ya altivo y separado el mismo"
(Ignacio, Ef. 5).
La Iglesia existe y continuamente está
formada en los sacramentos y a través de los sacramentos. Aquellos
que viven fuera de la vida sacramental del amor, están fuera del
cuerpo de Jesucristo.
"Sabemos que hemos pasado de la muerte a
la vida, porque amamos a nuestros hermanos el que no ama a su
hermano permanece a su muerte" (1- San Juan 3:14).
Por lo tanto, toda vez que 'la Iglesia se
significa en los sacramentos". Qué posición puede tener la Doctrina
Papal sobre la organización Eclesiástica? Por la canonical orden de
la vida sacramental de la Iglesia, tenemos el sacramento del
Sacerdocio.
Pero el Papismo presupone un sacramento
más de su propiedad, esto es el sacramento de la Organización
Universal (con el Papa como cabeza, un sacramento cuya autoridad se
extiende más allá del "Cuerpo" de Jesucristo (cuyo "Cuerpo"
continuamente esta indicado y formado en uno)). (Primer Presbítero
Joannis Romanidis, Pág.. 157-158).
La teología Católica - Romana bajo la
influencia del pensamiento Teológico Escolástico, trató de entender
a Dios a través de la Lógica humana (Raciocinio) conforme a las
leyes Aristotélicas.
Naturalmente este esfuerzo estuvo
predestinado al fracaso desde un principio, debido a la limitante
capacidad de la facultad intelectual de los humanos y el objeto
infinito de su estudio (=la divinidad). Sin embargo este esfuerzo,
en su largo camino, tuvo dos serias consecuencias:
1).- El hachazo en sumo grado al
pensamiento Teológico del Occidente, del milagro, de lo místico y de
lo sobrenatural y tambien la secularización de su teología, y,
2).- La elevación del factor al supremo
grado y como criterio de todas las cosas; este fue manifiestado por
la legislatura doctrinal del 'hombre' como la suprema autoridad de
la Iglesia Católica Romana. (Este "hombre" esta en todo momento como
Papa que se encuentra encumbrado en dicho momento).
Universalmente como vicario de Jesucristo,
sobre la tierra y como la única autoridad doctrinal a través de la
infabilidad Papal (primer Concilio Vaticano - 8 de Diciembre de 1869
- Septiembre de 1870).
De esta manera el racionalismo de la
Iglesia Católica Romana la guía inevitablemente el antropocentrismo,
teniendo como su centro al Papa de Roma. Contrario a esto, la
Iglesia Ortodoxa ha permanecido siempre mística, teniendo a
Jesucristo mismo como cabeza y siendo inspirada, enseñada, guiada y
santificada por el Espíritu Santo, el espíritu de la verdad, que es
Dios mismo. Por lo tanto la Iglesia Ortodoxa permaneció siempre y
aún permanece theocéntrica, teniendo como su centro, como guía y
como su objetivo a Dios mismo y aspirando por la santificación de
sus miembros, su experiencia de Dios, su unión con Dios y su
Deificación por la gracia.
La Iglesia Romana a fin de legalizar sus
cambios, recurre a la enseñanza del desarrollo de la doctrina y a la
infabilidad del Papa de Roma.
En esta perpectiva, los diferentes cambios
aparecen como diversos niveles de un proceso legal de crecimiento de
nuevas doctrinas aparece un pasaje de la vaguedad (obscuridad) a la
claridad definida.
Eventualmente el único criterio que
permite a los Católicos Romanos discernir entre un desarrollo legal
y un cambio de la tradición es la comunión con el Papa de Roma y la
garantía de su infabilidad en los tópicos doctrinales.
Para el tiempo que el Papa de Roma acepta
las nuevas enseñanzas a su autenticidad e identificación con las
enseñanzas previamente sostenidas es automáticamente verificados aún
si esta similitud de identidad no puede ser descubiertas por los
fieles.
La explicación de la Iglesia Católica
Romana es la siguiente:
- Hay dentro de la Iglesia un progreso
doctrinal a través de los siglos, que es guiado por el Espíritu
Santo.
- Este progreso doctrinal permite a través
de los siglos, para nuevas doctrinas, ser presentadas y aceptadas,
conforme a esta suposición, estas nuevas doctrinas no son totalmente
nuevas.
Los Católicos asumen que estas nuevas
doctrinas existieron comprensivamente (en breve) en la vida
eclesiástica y que fueron concienzudamente reorganizados solo
después en algún momento. De esta manera un completo desarrollo
puede tener lugar.
Sin embargo los Católicos Romanos aceptan
que aún algunas partes de la enseñanza que fue totalmente
desconocida en algún momento o aún más fue rechazada por algunos
Padres de la Iglesia o por algunos Santos, pueden algún día
convertirse en la enseñanza Oficial de la Iglesia Católica Romana,
si sus Teologías llegan a la decisión alguna vez de que corresponden
a la verdad (nuestra verdad).
Por ejemplo, la enseñanza de la Inmaculada
Concepción fue rechazada en los siglos XII y XIII por grandes
Geólogos Romanos, como Bernardo de Claervaux y Santo Tomás de
Aquino. Pero más tarde otros Teólogos la aceptaron poco a poco y
finalmente en el siglo XIX el Papa Pío IX la acepto como doctrina de
Fe; que constituye parte de la Fe Católica Romana.
La misma cosa sostiene por la Concepción
de la infabilidad del Papa. Es cierto que en la época de los Padres
nadie aceptó que el Papa de Roma era infalible en su enseñanza
doctrinal.
Al contrario conforme al Archimandrita
Pablo de Ballester Convalis y más tarde Obispo de nuestra Iglesia
Ortodoxa Griega del Norte y Sudaméerica aquí en México, varios Papas
de Roma fueron herejes. En su libro "Mi conversación a la Ortodoxa",
en Griego - Atenas 1954 Pag. 29 -36 él menciona alguno de ellos.
Papa Marcelo (296-303) quien durante la
persecución del Emperador Diocletian ofreció sacrificio a la Dios
Pagana Diana y cuyo nombre no fue incluido en "El Regito Pontifico"
Romano.
El Papa Julio quien fue condenado por el
Sínodo de Sardica.342 (343 ?)
El Papa Liberio (352-366) cuyas creencias
herejes son verificadas por Don Jerónimo, San Hilario y San Pedro
quien afirma que el Papa siguió los herejes de Aruis; el Papa Felix
2do.
El Papa Honacio (625) quien fue condenado
por hereje por el 6to sínodo Ecuménico.
El Papa Gelasio, quien siguió la creencia
hereje en la doctrina de la Santa Eucaristía.
El Papa Sixto 5to. Quién admitió con sus
propias manos un ejemplar de la Santa Bíblia llena de errores.
El Papa Urbano el 8vo quien condenó como
herejía las enseñanzas del Astrónomo Galileo de que la tierra rota
alrededor del sol y por tanto "desde junio 3 de 1633 todos fueron
obligados a creer que la tierra no daba vueltas alrededor del sol,
por temor a ser condenado a anatema como herejía".
El Papa Zacarías quien prohibió (con
castigo de anatema) a la gente a creer que la tierra es esférica
(ver-innovaciones del R.g. 4.c.XIV, Pag. 202 - Madrid 1891).
El Papa Pío 2do aconsejó al Rey de
Francia, Carola VII que no creyera lo que los Papas dicen.
El Papa Pío 4to, quien osó anular el 7mo
Canon del Sínodo Ecuménico de Efesios y cometió perjurio al momento
de su coronación.
Como resultado de esta enseñanza del
'Desarrollo del Dogma", por Teólogos Católicos Romanos, encontramos
que el pensamiento de los Padres de la Iglesia representan un nivel
del pensamiento cristiano, el cual es antiguo pero sin embargo es
absoluto.
Los Católicos Romanos ven a la enseñanza
de los Padres de la Iglesia muy interesante pero esta no expresa la
totalidad de la Fe Católica de hoy en día. (Archimandrita Plácido
Deseille "I PORIA MU PROS TIN ORTHODOXIA" Atenas 1986 Pág..
42,161,162).
La posición de la Iglesia Ortodoxa sobre
el tópico de la doctrina es clara, y fue expresada por San Vicentii
Lirinesis.
"Aceptamos y creemos que la Iglesia creyó
siempre, en cualquier lugar y por todos sin ningún cambio" y estas
creencias no están en conflicto con la Santa Bíblia y con las
decisiones declaradas a los previos Sínodos Ecuménicos de la Iglesia
(Panayiotis Pg. 57-58) ("Catholicum Est Quod semper, Quod Ubique Et
Quos Ab Omnibus Creditum Est").
San Vicencio de Lerino, Commonitorium (Primun
2 PI 50,64 Ob). Pag. 56 del Padre Pablo de Ballester Convalier.
"IN IPSA ITEM CATHOLICA ECCLESIA
MAGNOPERE CURADUM EST UD ID TENEAMUS QUOS UBIQUE, QUOD SEMPER, QUOD
AB OMNIBUS CREDITUM EST".
La desafortunada división de la
Cristiandad se complicaría posteriormente, ya que Occidente, a
partir del siglo XVI, sufriría un desmembramiento con motivo de la
Reforma, apareciendo así múltiples comunidades protestantes. El
Cristianismo de Occidente se vería desde entonces enormemente
dividido en materia doctrinal.
Ante este terrible cuadro de Cristianos
desunidos, la Iglesia Ortodoxa, adolorida por la separación de sus
hermanos que reconocen a Cristo como Salvador y Redentor del género
humano, reza siempre por la unión de todos en la verdadera fe,
transmitida por nuestro Señor Jesucristo, los Apóstoles y los Padres
de la Iglesia.
La verdadera doctrina cristiana, heredada
de Cristo y sus Apóstoles, fue reservada intacta en el Oriente
Cristiano Ortodoxo.
La misión natural de la Iglesia es
propagar el Evangelio y ensanchar sus fronteras. Su primer
privilegio es misión y conversión, siendo así como los primeros
Patriarcas continuaron la obra de los Apóstoles y discípulos de
Cristo, predicando la verdad cristiana primero en los Balcanes a los
Servios y Dálmatas, y después a los Eslavos, Moravios, Búlgaros y
Ucranianos.
Con el devenir de los siglos otras
misiones fueron organizadas, alcanzándose así China, Japón y las
tierras de Europa, Alaska, América y el Sur de África, donde muchos
no conocían el mensaje de Cristo, que lo recibieron con naturalidad
y amor.
Originadas por el esfuerzo misionero de
los primeros Patriarcas, se establecieron Iglesias Locales a las que
les fue concedida posteriormente Autocefalía o Autonomía: lo que en
ningún caso afecta la unidad de la fe, doctrina y sacramentos de la
Iglesia.
Los Patriarcados antiguos y estas Iglesias
Locales existen hasta la actualidad, sin perder su comunión entre
sí, ni alterar la unidad de la Iglesia. Con el canon 28 del cuarto
Concilio Ecuménico en Calcedonia el año 451 Primacio de Honor entre
los Patriarcas y Autoridad sobre las nuevas teorías tiene el
Patriarca Ecuménico de Constantinopla.
Los cristianos Ortodoxos se encuentran en
todos los Continentes del Mundo y ascienden aproximadamente a 450
millones. No obstante su independencia administrativa y diferencia
de idiomas, todos tienen las mismas enseñanzas, la misma tradición
Apostólica, la misma liturgia y sacramentos, servicios y prácticas
esenciales.
Nuestra Iglesia ha mantenido la cultura
Heleno - Cristiana. Y el Griego y el Arabe fuero sus idiomas
originales, este en Asia Menor y Egipto, en tanto que el primero en
el resto de la cristiandad. El Griego fue el idioma en que se
escribió el Nuevo Testamento, el cual se uso para la prédica de los
gentiles, el que usaron los primeros Obispos, incluso en occidente
en Roma, por los primeros misioneros en Francia e Inglaterra. El
verdadero centro de Cristianismo fue el Oriente Griego y Sirio.
Varios siglos después Roma usaría el Latín y los Rusos el Eslavo.
En los siglos XI, XII y XIII Occidente
organizó 7 expediciones militares llamadas cruzadas, cuya intensión
original era rescatar los Santos lugares de manos del Islam. Este
propósito contó con la decidida ayuda de los Emperadores Bizantinos,
defensores de la Ortodoxia. Pero, además de sus intensiones
originales, dado el fanatismo contra la Iglesia Ortodoxa, atacaron
las cedes Orientales e inclusive a los primeros Patriarcados
ocupando sus cátedras y finalmente, no cesaron hasta volverse contra
la propia Capital Bizancio y ocupar el Trono Imperial. Bizancio
volvió después a sus legítimos gobernantes, pero no obstante ello, y
ya debilitados físicamente, en el siglo XV grupos étnicos y
religiosos extraños, subyugaron a los Pueblos de Ortodoxia, sin que
estos contaran con la ayuda de Occidente.
En el siglo XIX los Ortodoxos apoyados por
la capacidad protectora de su Iglesia, se liberaron de la opresión
política y religiosa, con la esperanza de una vida libre. En el
siglo XX el materialismo ateo atacaría un baluarte importante de la
Ortodoxia, Rusia y parte de los Balcanes, pero estos valerosos
pueblos supieron sobrellevar estos ataques y mantener libre la llama
inextinguible de la fe, produciendo una legión de mártires
contemporáneos que con valor y sin miedo dieron testimonio de la fe
cristiana.
A pesar de haber estado presente en el
mundo Occidental, no ha sido adecuado el conocimiento de la
ortodoxia, y la más de las veces entraña prejuicios particularmente
religiosos, culturales y políticos, por falta de información
adecuada. Uno de los más comunes, es creer la confianza a las
culturas y pueblos que ella tradicionalmente ha animado, otro es
confundirla por elementos no cristianos, pero especialmente, en el
presente siglo se ha visto como una Iglesia llena de vitalidad y
santidad, situada en la continuidad apostólica y expandida por el
mundo entero dando testimonio del mensaje preservado en su más
prístina pureza, como fue recibida de Cristo, los apóstoles y
Padres. Por eso es que a ella recurren otras denominaciones
Cristianas, científicas y estudiosos, como la fuente del
Cristianismo auténtico y tradicional.
La Ortodoxia, fe mayoritaria del mundo
cristiano Oriental, donde la doctrina, la tradición y la liturgia
del cristianismo tuvieron su origen, está consiste de los tesoros
que posee y se los brinda a Occidente que los conoce o que
recientemente comienza a descubrirlos.
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